El directivo dijo en conferencia de prensa que fueron aprobados beneficios fiscales de tres años, además de una exención del impuesto sobre la renta corporativa de cinco años disponible para inversiones en estaciones de carga.
También se eliminó una condición que prohibía a los inversores recibir beneficios adicionales de otras agencias y un requisito para la certificación ISO, agregó.
Duangjai señaló que las medidas son para garantizar que los incentivos tailandeses sigan siendo relevantes «en un entorno empresarial que cambia rápidamente».
Tailandia alienta a los consumidores a cambiar a los vehículos eléctricos, con el objetivo de garantizar que el 30 por ciento de su producción total de automóviles sean de este tipo para 2030.
Aunque en el período enero-marzo las solicitudes de inversión cayeron «debido a los desafíos geopolíticos y económicos globales», Duangjai indicó que el sector automotor encabezó la lista con un valor de inversión de unos mil 300 millones de dólares.
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