Durante los próximos 10 días cientos de atletas y entrenadores trabajarán a tiempo completo en las sedes del hockey sobre hielo, patinaje de velocidad y curling, entre otros deportes, para comprobar la seguridad y condiciones de cada sitio.
Según la prensa local, se trata de un ensayo a gran escala de la infraestructura olímpica y además se chequeará las distintas funciones y servicios de esos lugares.
China está casi lista para acoger en un año las Olimpiadas y Paralimpiadas Invernales en Beijing, que se convertirá en la única ciudad del mundo en ser anfitriona de ambas variantes de las competencias, tras la de verano en 2008.
El certamen está previsto a celebrarse del 4 al 20 de febrero de 2022 y genera expectativas bien altas.
El presidente Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, mantiene una evaluación satisfactoria sobre el cumplimiento del calendario en la construcción de la infraestructura y el entrenamiento de tres mil 200 atletas.
Beijing, su distrito periférico de Yanqing y la vecina ciudad de Zhangjiakou, todos en el norte, levantaron las instalaciones deportivas bajo el concepto de ‘modernidad, innovación y sostenibilidad’.
Por ejemplo, el Centro Acuático Nacional o Cubo de Agua se convertirá en una pista de hielo durante el evento y después volverá a su función actual de centro de natación.
Otro tanto sucederá con el complejo Wukesong, donde tendrán lugar los choques de hockey sobre hielo y apenas seis horas después será nuevamente una cancha de partidos de baloncesto.
Las villas olímpicas se erigieron con el mismo concepto y servirán de vivienda una vez que acabe la competencia.
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