“El fortalecimiento muscular y la actividad física (caminar, correr, nadar y andar en bicicleta) reduce el riesgo de padecer diferentes variedades de cáncer”, subraya la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity.
«Se trata de un gran hallazgo y seguiremos investigando en este ámbito que nos permite conocer qué actividades o hábitos pueden ayudar a prevenir esta enfermedad», puntualizaron los especialistas.
Otras investigaciones anteriormente realizadas apuntan a que existen varios mecanismos por los que la actividad física podría reducir la incidencia del cáncer.
Algunos científicos siguen la hipótesis de que “el crecimiento de cáncer podría iniciarse o inducirse por tres vías metabólicas que tienen nexo con el ejercicio. Mencionaron los esteroides sexuales (estrógenos y andrógenos); insulina y factores de crecimiento como la insulina; y proteínas implicadas tanto con el metabolismo de insulina como con la inflamación”.
Según otros estudiosos, varios mecanismos no hormonales conectan la actividad física con el riesgo de cáncer, incluso la inflamación, la función inmunitaria, el estrés oxidativo y, para el cáncer de colon, una reducción del tiempo que se lleva el excremento en pasar por el tubo digestivo.
El grado medio de ejercicio físico está en el orden de 150 minutos de actividad de intensidad moderada a la semana.
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