De acuerdo con las directivas de unas 40 rutas internas del distrito de La Chorrera, aledaño a la capital, la medida de presión condena la demora del Gobierno central en acceder a congelar las cotizaciones de los carburantes, y busca evitar incrementar el costo del pasaje.
El paro entra en vigor desde las 04:00, hora local, y afectará a miles de personas que diariamente utilizan el transporte público para trasladarse hacia sus centros de trabajo en Ciudad de Panamá.
Según los conductores, es imposible continuar prestando el servicio con una tarifa de 30 centavos de dólar, mantenida durante los últimos 11 años, mientras el Ejecutivo no hace nada por congelar o reducir los altos costos de las gasolinas y el diésel.
La acción de este lunes da continuidad a manifestaciones y cierres de avenidas el pasado 28 de marzo, organizadas por la Cámara Provincial de Transporte de Panamá Oeste.
El presidente de este gremio, Jorge Dimas, aseveró que trasladar el incremento en el precio del combustible a los usuarios es la última de las medidas a considerar.
Representantes de la Cámara solicitaron antes ser atendidos por el jefe de Estado, Laurentino Cortizo, pero aún no recibieron respuesta. Panamá, país importador neto de combustibles, vive la mayor alza de la gasolina en los últimos ocho años, con precios que superan el dólar por litro desde febrero último y con la perspectiva de que seguirán subiendo en los próximos meses.
Recientemente, el secretario Nacional de Energía Jorge Rivera aseveró que este país tiene ahora el costo de combustible más alto desde 2014.
En el istmo esas tarifas se ajustan cada 15 días, pero desde mediados de diciembre de 2021 hasta la fecha la escalada representa más del 11 por ciento, y siempre es superior en los territorios del interior, según analistas.
El alza, dijo Rivera, es consecuencia directa del costo internacional del crudo, pues el precio del barril de petróleo está en su máximo en siete años y la realidad global es que la oferta no acompaña el aumento de la demanda por la actual recuperación económica, como resultado de la vacunación antiCovid-19.
A finales de octubre del pasado año, motoristas del transporte público paralizaron el servicio y bloquearon calles en varias regiones de Panamá en rechazo al alza de los combustibles.
Una semana después, el Gobierno aprobó para el sector un subsidio temporal al combustible y la revisión de ciertos incentivos para abaratar el costo de llantas y aceite de motor, entre otros, lo que evitó una huelga indefinida.
acl/ga