El diálogo virtual entre las partes tiene como objetivo definir las cuotas permisibles y otras condiciones operativas de los barcos nipones que capturan las especies nacidas en los ríos del país euroasiático, informó la Agencia de Pesca japonesa.
A propósito, expertos locales consideran que esta vez las negociaciones podrían ser difíciles debido al marco de medidas coercitivas adoptadas por Tokio contra Moscú, por su operación militar especial en Ucrania.
Cada año Japón paga a Rusia una tarifa de cooperación pesquera de cientos de millones de yenes (cientos de miles de dólares estadounidenses), aunque las redadas tengan lugar dentro de las áreas marítimas de su propia zona económica exclusiva.
El pacto bilateral responde al artículo 66 sobre poblaciones anádromas de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, según el cual el Estado donde se originan determinadas especies migratorias tiene derecho al recurso y asegurará su conservación mediante medidas regulatorias apropiadas.
Las poblaciones anádromas de peces son aquellas que como el salmón nacen en los ríos, viajan al mar y regresan para desovar.
jf/lcp