La ventaja de 3-1 en el partido de ida con triplete del francés Karim Benzema, es un gran aliciente, pero no un marcador definitivo. Los goles no valen doble, como antes y los visitantes necesitan dos dianas para provocar el alargue.
Es una constante en el pensamiento y las declaraciones del técnico de los merengues, el italiano Carlo Ancelotti, porque queda claro que en el deporte más popular del mundo suceden cosas increíbles y basta un momento de desconcierto para un giro de 180 grados.
Así le ocurrió al París Saint Germain, cuando en el Santiago Bernabéu, el escenario de esta noche, remontaron con triplete del francés Karim Benzema para el lapidario 3-1. Y de un Madrid eliminado, a estar ahora a las puertas de las semifinales de la Liga de Campeones de Europa.
Más de mil 500 efectivos protegerán la capital española este martes, concretamente hoteles concernidos y los alrededores del imponente estadio. El Chelsea fue “vacunado” por Benzema en Londres, pero tratará de cambiar las sensaciones, aunque es difícil, como prometió el preparador alemán del equipo, Thomas Tuchel.
Es de cualquier forma el monarca vigente de la Champions y armas jóvenes tiene (Mount, Havertz, Pulisic), junto con jugadores hechos (Rudiger, Azpilicueta, Jorginho). Puede que Tuchel aplique otro sistema diferente al anterior para intentar el triunfo.
Ancelotti dio a entender que repetiría su planteo (4-3-3), si bien admitió que era factible ajustarse a la propuesta del rival. Salvo el defensor brasileño Militao, imposibilitado por acumulación de tarjetas, tiene a toda su plantilla de primera línea lista, incluyendo al controvertido galés Gareth Bale.
A todas luces, el lateral francés Ferland Mendy estará apto. Los demás nombres serán casi los mismos (Courtois; Alaba, Nacho, Carvajal y Mendy; Modric, Casemiro y Kroos; y Valverde, Vinicius y Benzema).
El único detalle sería retrasar al uruguayo Valverde si se decanta por un 4-4-2.
También esta noche, aparece el hueso tal vez más duro de roer, el Bayern de Munich, que recibe en la Allianz Arena al submarino amarillo del Villarreal, que en la ida se fue con ventaja de 1-0.
Derribar al bastión bávaro en sus predios será una tarea quimérica. Lewandowski, Muller, Gnabry, Sané, Kimmich, son demasiado ofensivos para darse el lujo de no anotar otra vez. Enfrente, los de Unai Emery con la decisión de aguantar, sin olvidar la puerta rival con Gerard Moreno, Danjuma, Lo Celso, Pino, apuntan a neutralizar a los teutones.
acl/ft