Los trabajadores de la terminal taparon el cartel luego de recibir quejas de algunos pasajeros respecto a su “incomodidad” por los caracteres rusos. Sin embargo, la compañía East Japan Railway revocó la medida que podría considerarse segregacionista, destacó la prensa japonesa.
Varios usuarios en la red social Twitter criticaron la decisión de tapar el cartel pues “el idioma ruso es inocente y los ucranianos también usan escritura cirílica”, reseñó la agencia Kyodo.
La señalética en cuestión aparece igual en japonés, coreano e inglés desde 2012, comunicó la empresa ferroviaria, pero solo el letrero en ruso genera molestias. A propósito, el secretario jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno, recalcó en conferencia de prensa que era necesario tener cuidado de no fomentar la discriminación bajo ninguna circunstancia.
Desde el inicio de la ofensiva de Moscú en Ucrania, el pasado 24 de febrero, hubo en Japón manifestaciones populares de rechazo a la guerra que alimentan prejuicios contra los ciudadanos del país euroasiático.
Dos días después del estallido del conflicto, Vlas Kobara, youtuber ruso radicado en Tokio, dijo al periódico Asahi Shimbun que sentía miedo cada vez que revisaba sus plataformas digitales por los comentarios abusivos e injustificados dirigidos a su persona, incluso cuando él se oponía a las acciones de su país natal.
El rotativo nipón mencionó por esos días otros “incidentes esporádicos de ataques a Rusia” que tuvieron como objetivo restaurantes y tiendas.
En marzo, una posada en la prefectura de Shiga anunció en su sitio web que negarían alojamiento a rusos y belarusos, pero las autoridades locales instaron a sus dueños a retirar el aviso.
Desde el comienzo de la contienda, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, recalcó que el objetivo de la operación es defender a la población de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk frente al aumento de los ataques de Kiev, junto a la desmilitarización y la desnazificación del estado europeo.
Asimismo, enfatizó que el Kremlin no permitirá la adquisición de armas nucleares por parte de Ucrania, lo cual constituye un peligro para la seguridad de su país.
Indicó que otras condiciones para el fin de las hostilidades son el no ingreso del país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el establecimiento de garantías de neutralidad militar de ese Estado y el reconocimiento de la reunificación de Crimea a Rusia.
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