Kenya atraviesa desde hace semanas una carestía de combustibles, que provoca largas filas en las estaciones expendedoras, causada por la negativa de los empresarios mayoristas a liberar sus inventarios hasta que el gobierno liquide los atrasos en el pago de subsidios a los carburantes.
La víspera la secretaria (ministra) del Gabinete de Energía keniano, Monica Juma, acusó a las compañías comercializadoras de desviar a la exportación gasolina y petróleo destinada al abastecimiento local.
Algunos empresarios exportaron a países de la región cargas (de combustible) destinadas al mercado nacional para aumentar sus ganancias anormales (…) No toleraremos que nadie provoque inquietud creando un problema artificial, dijo la funcionaria.
El gobierno calificó la actual crisis de esfuerzo para sabotear la economía, conducta que calificó de un delito grave.
De su lado, un portavoz de la empresa distribuidora negó haber aumentado sus exportaciones y aseguró que sus esfuerzos están centrados en abastecer al mercado local.
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