Según la Sociedad Europea de Cardiología, un estudio demostró que dejar el cigarro “parece ser tan eficaz como tomar tres medicamentos para prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares en aquellas personas que ya sufrieron sufrido un infarto de miocardio o una intervención para abrir las arterias obstruidas”.
“Los pacientes podrían ganar casi cinco años de vida saludable», subrayan los investigadores.
Dejar de fumar es potencialmente la acción preventiva más eficaz para evitar un segundo infarto, alertaron los expertos.
Dar este paso sigue siendo una piedra angular para prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares y mejorar la salud general en cualquier momento, incluso después de los eventos de salud ya mencionados y a cualquier edad.
Dejar de fumar después de un infarto está relacionado con una mayor supervivencia en comparación con el tabaquismo persistente, recalcaron los expertos.
La investigación ni siquiera tuvo en cuenta las demás ventajas de abandonar el hábito, por ejemplo, sobre las enfermedades respiratorias, el cáncer y la longevidad.
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