Según una de las conclusiones de la investigación, un aumento de 10 por ciento en los impuestos sobre el tabaco reduciría en 21 por ciento el número de fumadores.
Durante la presentación del informe, el consultor de la Organización Panamericana de la Salud, Wilson Benia, subrayó la necesidad de implementar “impuestos saludables” a fin de contrarrestar el perjudicial consumo del tabaco. Benia mencionó una “triple ganancia” impositiva pues reduce el consumo, genera ingreso fiscal y recursos para la implementación de políticas públicas destinadas la atención de la salud.
Para los investigadores, Uruguay “ha alcanzado un nivel óptimo” en la implementación de medidas promovidas luego de la puesta en marcha del Programa Nacional para el Control del Tabaco, que comenzaron en 2006.
Entre otros hitos, enumeran la implementación de espacios libres de humo al 100 por ciento, así como la “prohibición total de la publicidad de productos de tabaco desde 2014” y “la adopción de empaquetado neutro con presentación única desde 2019”, consignó La Diaria.
Tales acciones, apuntó el informe, contribuyeron a la reducción del porcentaje del consumo del tabaco entre adultos en el 33 por ciento entre 2006 y 2021. Entre los jóvenes el porcentaje fue mucho mayor.
En el año 2020, el 15 por ciento del total de muertes en Uruguay fueron atribuidas al tabaquismo, unas seis mil defunciones.
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