De acuerdo con Statistics Canada, la vida de los canadienses se encareció a niveles insospechados, debido al alza del valor de los alimentos, la energía, la vivienda y el transporte.
Durante marzo se produjo el mayor incremento mensual registrado desde enero de 1991, cuando se introdujo el impuesto sobre bienes y servicios, señaló el economista Royce Mendes, del Grupo Desjardins.
Tras décadas de relativa estabilidad, la inflación tuvo altibajos durante la pandemia, con tasas que se desplomaron en 2020, cuando comenzó la incertidumbre en torno a la Covid-19, antes de volver a dispararse en 2021, agregó.
Según el experto, más adelante los precios volvieron a ascender debido a los desequilibrios de la oferta y la demanda, y a los tipos de interés más bajos de la historia.
Canadá no es el único país que lucha contra la alta inflación. En Estados Unidos, la tasa alcanzó el mes pasado el nivel más alto de los últimos 40 años, el 8,5 por ciento.
A unque el coste de casi todos los bienes y servicios suben rápidamente y a la par, el valor del transporte lidera el camino, con un aumento del 11,2 por ciento en el último año.
Una de las principales razones de este aumento es el repunte de 39,8 por ciento del valor de la gasolina, algo que ocurre en Canadá desde marzo del año pasado.
La inflación -acorde con observadores- tiene un impacto desmesurado en la población, que ve cómo su sueldo y ahorros se consumen en pagos del combustible, facturas y alimentos.
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