Entrevistado por el semanario germano Der Spiegel, Scholz expresó su deseo de evitar una grave crisis económica, la pérdida de millones de puestos de trabajo y el cierre de fábricas que no volverían a abrir.
Según el jefe de Gobierno esto, a su vez, afectaría seriamente la financiación de la restauración de Ucrania, envuelta hoy en un conflicto bélico con Rusia.
Por otro lado expertos alemanes estiman que un fuerte rechazo al gas de la Federación de Rusia dañaría enormemente a la industria nacional y acarrearía serios problemas económicos.
Varios países occidentales activaron sanciones contra Moscú después de que reconociera a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial en Ucrania con el fin de atender la solicitud de ayuda de estas frente a la agresión por parte de Kiev.
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