Según el jefe de las tropas de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kirílov, Moscú tienen información de que es probable que acciones de este tipo tengan lugar en las instalaciones químicas y biológicas de Járkov y Kiev, aunque no excluyó que puedan llevarse a cabo en la central nuclear de Zaporozhie.
«El 21 de abril, un convoy de 10 coches con una carga peligrosa que se dirigía a una central nuclear fue detenido en un puesto de las tropas de la Guardia Nacional y enviado de vuelta a la ciudad de Zaporozhie», advirtió.
“En un intento por desacreditar la operación militar especial de las tropas rusas, el régimen de Kiev, con el consenso de la administración estadounidense, puede poner en práctica en un futuro próximo escenarios que conducirán a la muerte de decenas de miles de ciudadanos ucranianos y causarán un desastre medioambiental y humanitario”, dijo.
Indicó que Estados Unidos envió en 2022 al Ministerio de Salud de Ucrania más de 220 mil ampollas de atropina, lo que en su opinión confirma los preparativos intencionados de una provocación por envenenamiento con agentes nerviosos.
Kirílov señaló que el Departamento de Estado estadounidense ya definió el orden de la investigación a seguir en caso de que ocurra este hecho y designó a los funcionarios responsables de la misma.
El Ministerio de Defensa ruso calificó de absurdas las declaraciones del director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, William Burns, sobre el posible uso de armas nucleares por parte de Rusia.
“Es imposible ocultar el uso de tales armas dado el nivel actual de equipamiento técnico del sistema internacional de control de pruebas nucleares. Si el director de la CIA no lo entiende, o bien no es un profesional o le están engañando”, expresó, según la agencia de noticias TASS.
Kirílov reportó además un ataque químico desde un dron contra las posiciones militares de este país en Ucrania, el pasado jueves, cuyo contenido aún está por analizar por un laboratorio acreditado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Explicó que ese día fue lanzado sobre las posiciones de las tropas rusas desde un dron un tanque con ampollas. Estaba previsto que su destrucción provocara una reacción química desencadenante de una explosión y combustión, liberando sustancias tóxicas no incluidas en las listas de las diferentes convenciones”, explicó.
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