De acuerdo con el comunicado del Ministerio Público, en la acción retuvieron 12 fusiles AK-47 y más de nueve mil municiones en la occidental provincia de Veraguas, destinadas a la banda Clan de Golfo, que opera en el área fronteriza entre el istmo y Colombia.
También decomisaron tres kilogramos de droga y 17 cargadores, precisa el mensaje.
De acuerdo con las pesquisas, las armas entraron por la frontera con Costa Rica y fueron transportadas hasta Veraguas, pero su destino final era la ciudad de Panamá, donde serían entregadas a miembros ligados a la organización criminal con nexos internacionales.
El jefe de la policía de Veraguas, el subcomisionado Eduardo Arosemena, dijo que las armas y la persona detenida fueron puestos a órdenes de la Fiscalía para su investigación.
Por otro lado, en la operación Metro, realizada en las provincias de Colón(Caribe), Coclé, el distrito de La Chorrera y el corregimiento de Veracruz, también detuvieron a 32 personas, entre ellas tres policías, vinculados a una red dedicada a proporcionar apoyo logístico a narcotraficantes colombianos.
La red recibía la droga de lanchas rápidas y las ocultaba en San Carlos y Chame.
En diciembre último, autoridades panameñas detuvieron a 57 personas asociadas al Clan del Golfo e incautaron 10 millones de dólares como parte del operativo Fisher, evaluado por el Procurador General encargado, Javier Caraballo, como el mayor que se ha hecho en el país en toda su historia.
Según el ministro de Seguridad, Juan Pino, esa acción significó un duro golpe para el peligroso cartel dedicado al blanqueo de capitales y tráfico de sustancias ilícitas desde Colombia hacia las costas de las provincias panameñas Colón y Bocas del Toro, y de ahí a Estados Unidos.
El Clan del Golfo controla la producción de unas 300 toneladas de cocaína, un tercio de la cual proviene de Colombia y su red llega a 28 países.
Sobre ese grupo, precisó que “tenía un control absoluto de todas las actividades del narcotráfico y rutas hacia Centroamérica, donde han consolidado importantes alianzas con células del crimen en Panamá, Costa Rica y Honduras”.
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