Becker, de 54 años de edad, se declaró insolvente en junio de 2017 tras no poder pagar un préstamo bancario de casi cuatro millones de dólares para volver a hipotecar una propiedad que tenía en Mallorca, España.
La semana pasada, un tribunal londinense encontró al ganador de seis torneos Grand Slams culpable de ocultar propiedades y deudas, aunque lo absolvieron de otros 20 cargos, incluido nueve relacionados con su negativa a entregar trofeos y medallas obtenidos durante su época de tenista.
Al dictar la sentencia, de la cual tendrá que cumplir al menos la mitad, la jueza Deborah Taylor comentó que si bien el exatleta confió demasiado en sus asesores, tenía la obligación de informar a sus apoderados sobre todos los activos que poseía.
El jefe del Servicio de Insolvencia, Dean Beale, apuntó en un comunicado divulgado por el gobierno británico que la sentencia dictada este viernes contra Becker demuestra claramente que ocultar propiedades tras declararse en bancarrota es un delito grave y quienquiera que lo cometa será procesado y llevado ante la justicia.
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