Según explicó el encargado de evaluar la pieza, Bernard Ewell, miembro de la Sociedad Estadounidense de Tasadores, se trata de una obra maestra que data de 1958 y posee una ‘belleza deslumbrante y enorme impacto’.
El lienzo, dijo, muestra el interés que tenía su creador con respecto a la religión y la ciencia nuclear, y evidencia alguna relación con el cuadro Madonna Sixtina, del renacentista italiano Rafael.
De acuerdo con Ewell, la creación de Dalí posee su ‘estilo místico-nuclear surrealista’ que vincula el surrealismo icónico con ‘nuevos descubrimientos en física nuclear y temas religiosos’.
Los propietarios de la obra, quienes han preferido el anonimato, disponen de una página digital para recibir las ofertas de ‘la última creación de Dalí que puede ser adquirida por un comprador privado, pues el resto permanece en museos o colecciones privadas’.
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