Ese criterio se contrapone a la versión de un supuesto ataque al corazón como intenta demostrar la defensa del expolicía Derek Chauvin, quien está acusado del asesinato de Floyd.
Al declarar como testigo en el juicio contra Chauvin, el cual entró este lunes en Minneapolis, Minnesota, en su segunda semana, Langenfeld manifestó que atendió a la víctima durante media hora el pasado 25 de mayo, cuando los médicos intentaron reanimarlo.
Según el galeno, no hubo ningún trauma significativo u obvio que sugiriera que ocurrió una hemorragia para causar un paro cardíaco al afroamericano, cuyo deceso desató numerosas protestas contra el racismo sistémico y la brutalidad policial, en particular hacia los negros.
Langenfeld recalcó que el motivo más probable de la muerte de Floyd fue una hipoxia, una falta de oxígeno en el cerebro y otros órganos.
En las jornadas precedentes del juicio se destacó ante el jurado la exhibición del video que muestra a Chauvin arrodillado sobre el cuello de Floyd durante unos nueve minutos mientras la víctima dice reiteradamente que no puede respirar.
Chauvin enfrenta tres cargos criminales por homicidio en diferentes grados, y si es declarado culpable podría recibir hasta 40 años de prisión, aunque al carecer de antecedentes penales la sentencia disminuiría de forma considerable.
jcm/dsa