La publicación digital precisó que Washington y Kiev contratan a empresas de espionaje del sector privado para atacar a las fuerzas de Moscú, algo aireado recientemente por el diario estadounidense The Wall Street Journal.
Esa acción, según comentarista, agrega una nueva dimensión a un enfrentamiento que la Casa Blanca se empeña en dilatar en el tiempo en beneficio de las ventas de armas que benefician al complejo militar, una de cuyas instalaciones visitará mañana martes el presidente Joe Biden.
El mandatario estará en una instalación de Lockheed Martin que produce sistemas de armas antitanque Javelin que la administración está enviando a Ucrania como parte de la ayuda letal aprobada y que el Congreso pudiera ampliar esta semana.
Antiwar precisó que países occidentales trabajan con varias firmas que mantienen cientos de satélites que pasan por encima de Ucrania cada día.
Aunque los aparatos tienen diferentes capacidades, algunos pueden escanear diariamente todo el país con una resolución de tres metros. Otras empresas recogen información a través de las nubes y por la noche, agregó la fuente.
De acuerdo con John Serafini, director general de la empresa HawkEye 360, su flota de satélites puede seguir activamente los movimientos de las tropas rusas, algo que hacen a través de equipos de interferencia de GPS.
Mientras, Maxar Technologies tiene contratos con varios medios de comunicación, entre ellos The Wall Street Journal, para proporcionar a los periodistas imágenes de una amplia zona de Ucrania con una resolución de 12 pulgadas.
Indicó la publicación que funcionarios de Washington hablaron recientemente de dar a Kiev información más detallada a medida que la batalla se traslada a la región oriental de Ucrania, Donbas.
Mientras las mismas fuentes sostuvieron que empresas ayudaron a los militares ucranianos a derribar un transporte de tropas de Rusia, y mataron a cientos de personas.
Altos funcionarios de seguridad nacional, precisó Antiwar, dijeron al medio que la tecnología basada en el espacio, más asequible, está haciendo más difícil para Rusia ocultar la ubicación de sus tropas.
Los funcionarios también señalaron que es más fácil para la Casa Blanca desclasificar su inteligencia porque los datos recogidos de los satélites privados son información pública.
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