Según Downing Street, el gobernante conservador rememorará las palabras pronunciadas por Churchill en la Cámara de los Comunes en junio de 1940, en víspera de la batalla de Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial.
Al igual que hizo entonces su correligionario ante el Parlamento británico, Johnson tiene previsto decirles a los ucranianos que “esta es su hora más gloriosa”.
Rusia lanzó el 24 de febrero pasado lo que el presidente Vladimir Putin calificó como una operación militar especial en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los bombardeos por parte de las fuerzas armadas ucranianas.
El Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de los aliados de la OTAN acusan a Putin de lanzar una invasión en gran escala contra el país vecino, e implementaron sanciones económicas y financieras contra Rusia.
Aunque asegura que no tiene intenciones de entrar en combate con las tropas rusas, la alianza noratlántica incrementó en las últimas semanas el suministro de armamento al Ejército ucraniano.
En el caso de Londres, la ayuda militar incluye misiles antiaéreos y antitanques, vehículos blindados, municiones y explosivos, y otros pertrechos.
Johnson tiene previsto anunciarle a los parlamentarios ucranianos el envío de un nuevo paquete de suministros bélicos valorado en 300 millones de libras esterlinas (unos 375 millones de dólares).
Los suministros incluyen equipamiento para la guerra electrónica, sistemas de intercepción de radares y GPS, y miles de dispositivos de visión nocturna.
Según la oficina del primer ministro británico, en las próximas semanas también se enviarán drones capaces de llevar apoyo logístico a las fuerzas ucranianas aisladas y más de una docena de vehículos especiales para trasladar a funcionarios civiles en el este de Ucrania y evacuar personal del frente de batalla.
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