El alza de la disponibilidad de empleos combinado con una persistente escasez de trabajadores sugiere que los empresarios podrían seguir subiendo los salarios y contribuir a mantener la inflación incómodamente alta, comentan expertos.
Las ofertas de empleo, una medida de la demanda laboral, aumentaron en 205 mil, hasta los 11,5 millones, el último día de marzo. Tras el incremento de febrero, la nueva cifra colocó las ofertas de empleo en el nivel más alto desde el 2000.
En paralelo, un récord de 4,5 millones de trabajadores abandonaron voluntariamente sus empleos, lo que subrayó las crecientes presiones salariales, según el nuevo informe de Apertura de Empleos y Rotación de la Mano de Obra (JOLTS, por su sigla en inglés).
La tasa de renuncias volvió a subir hasta el máximo histórico del 3,0 por ciento alcanzado a finales de 2021, desde el 2,9 por ciento de febrero. Mientras, la tasa de despidos se mantuvo en el 0,9 por ciento por tercer mes consecutivo.
Los datos del JOLTS son seguidos de cerca por la Reserva Federal (FED), que inició una política monetaria agresiva en su lucha contra una inflación disparada, con unos precios al consumo anuales que han alcanzado tasas no vistas hace 40 años.
El mercado espera que el banco central estadounidense suba las tasas de interés en medio punto porcentual este miércoles, y es probable que empiece a recortar sus tenencias de activos pronto. La FED subió sus tasas de interés en 25 puntos básicos en marzo.
Tradicionalmente, el Banco Central estadounidense se centró en el desempleo como medida del número de trabajadores que no pueden encontrar trabajo. Ahora, se enfoca más en el número de empresas que no pueden encontrar trabajadores.
El objetivo político de la Fed a corto plazo es frenar el gasto agregado lo suficiente como para reducir el exceso de demanda de mano de obra y detener la inflación salarial a la que recurren los empresarios.
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