El alto representante de Relaciones Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), asistió a una reunión de cancilleres de Centroamérica y Caribe que evaluaron los impactos de la guerra entre Ucrania y Rusia, con el propósito de ganar adeptos en sus condenas y sanciones al sistema bancario y energético de Moscú, sin lograr el consenso esperado.
Al término de la cita, Borrell admitió que la mayoría de los asistentes, con excepción de El Salvador, y Nicaragua -ausente en ese intercambio- , y a cuyo gobierno no tuvo reparos en amenazarlo con nuevas acciones para aislarlo desde la UE, respaldaron sus ataques contra la nación euroasiática.
De su parte, la Comunidad del Caribe reclamó a la UE la necesidad de buscar una arquitectura financiera para disuadir el tema migratorio invirtiendo en la seguridad económica y la calidad de vida de los pueblos.
Los países están conscientes de la urgencia y magnitud de los retos que enfrentan, pero exigen a la Unión Europea “acelerar su compromiso de cooperación para encontrar las soluciones de nuestros pueblos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Belice, Eamon Courtenay.
Panamá también urgió a la UE de apoyarla en salir de las listas grises del Grupo de Acción Financiera Internacional, a lo que Borrell respondió que no es competencia del bloque de los 27 y solo el istmo debe asumir ese reto al mostrar mayor transparencia financiera y en el enfrentamiento al blanqueo de capitales.
La estadía del político español en Panamá fue repudiada por organizaciones como Polo Ciudadano, la Central nacional de Trabajadores de Panamá y el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales, también estudiantes y trabajadores de la construcción, que lo catalogaron como un promotor de la guerra y el expansionismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
En los últimos siete días, autoridades sanitarias llamaron también a extremar las medidas de bioseguridad debido al auge de casos de la Covid-19, sobre todo en territorios de la capital, y alertaron que el país podría estar en medio de una quinta ola de la pandemia.
De acuerdo con el titular de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Eduardo Ortega, el incremento diario entre 700 y 900 contagios comenzó desde que el país eliminó el uso obligatorio de la mascarilla en espacios públicos o al aire libre.
Ortega también atribuyó el incremento de enfermos a la llegada de la Semana Santa, en abril, ya que entre cinco a 10 días después, se notaron los contagios, es decir, en el periodo de incubación del virus.
En la semana también las naciones del Sistema de Integración Centroamericana y Dominicana, suscribieron un convenio que defiende el patrimonio de afrodescendiente de la región y Cuba.
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