La fiesta se efectuó en la Fundación Humanitaria Rotary Club Quito Sur, ubicada en un apacible entorno capitalino, donde más de 30 personas de la tercera edad, principalmente mujeres, viven en familia.
Hasta allí llegó un espectáculo cultural para celebrar a las madres, que hoy cumplen actividades más tranquilas, después de aportar a la sociedad y al cuidado de sus hijos durante la mayor parte de sus vidas.
Juegos de participación, recital de poesía y danza típica de Ecuador amenizaron la festividad, que mantuvo al grupo activo por más de cuatro horas entre risas, anécdotas y el abrazo compartido del personal de la instalación.
El plato fuerte del día fue un pequeño concierto, en vivo, que paró de sus asientos a los presentes y los hizo bailar, cantar y aplaudir con toda su juventud acumulada al ritmo de música latinoamericana y, en especial cubana, interpretada por el cantautor de la mayor isla del Caribe Alberto Reina.
«El Carretero», popularizado por la orquesta cubana Buena Vista Social Club; «Piel Canela», del puertorriqueño Bobby Capó; «Lágrimas Negras» y «Son de la loma», del autor de Cuba Miguel Matamoros, y «La Guantanamera» amenizaron la fiesta.
La Fundación mantiene el proyecto de Residencia Permanente Feliz Hogar por 20 años, enfocado en brindar ayuda a adultos mayores, sobre todo a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad», explicó a Prensa Latina la directora ejecutiva, Mishell Mulky.
La institución ofrece ayuda social a través de una residencia a tiempo completo, donde los ancianos reciben alimentación, atención profesional médica, terapia física focalizada y ocupacional.
El homenaje a las madres de ese centro también fue momento propicio para hacer llegar a la Fundación y los ancianos el agradecimiento de la embajada de Cuba en Ecuador por la acogida ofrecida a un médico jubilado de ese país caribeño, quien pasó allí una temporada previo a retornar a su lugar de origen, junto a su familia.
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