Oficio tradicional de hombres velar por una exacta destilación de este símbolo de la isla, desde hace varios años las ingenieras químicas Noemí del Toro y Sulema Alemán ostentan esta categoría en las fábricas de Santiago de Cuba (oriente), y de Santa Cruz (Mayabeque, occidente), en ese orden.
Del Toro y Alemán conversaron con Prensa Latina en uno de los pocos momentos de tranquilidad que tuvieron, junto a sus compañeros de profesión, en la XL Feria Internacional de Turismo (FITCuba-2022), efectuada en este occidental y afamado balneario.
“El ron no es un producto, es una cultura ligada a nuestra historia, por eso ser Maestro es un honor pero es una alta responsabilidad asumida cuando te designan por tu trayectoria, valores, conocimiento y la manera de ser, depositario y responsable de mantener esta tradición”, indicó la santiaguera.
Para la experta mayabequense, residente en La Habana, “el Maestro del ron cubano, por su integralidad, es depositario de generaciones que nos enseñaron y marcaron un camino sobre la manera de hacer esa bebida y diferenciarla de otras del Caribe”.
Y añadió: “Ahí surge el concepto de ron ligero en el siglo XIX, y Cuba se precia de haber dado la luz a ese hacer hasta la fecha, celosamente transmitido y tenemos que defenderlo con uñas y dientes, y posicionarlo en los mercados”.
Ambas especialistas descartaron negarse a la innovación, “la producción de rones en las carteras de nuestras fábricas lo indica; cuidamos religiosamente puntualidad, exquisitez, disciplina, y por eso se habla de valores y requisitos”.
Sobre el “toque” de la mujer a esta labor coincidieron en que “la primera distinción es representar a este pueblo y buscar armonía, estabilidad, sabor, equilibrio, balance; el ron enamora y atrapa, son excepcionales los que nos enseñaron a trabajar y lo agradecemos”.
Explicaron que, como parte del proceso de fabricación, “tenenos la obligación de probar sus valores sensoriales, se evalúan olor, color, sabor, si está apto de salir al mercado, guardar bases para el futuro”.
El mensaje para tomar ron, ampliaron, no es hacerlo como una evasión social, “el ron es para disfrutarlo, es júbilo, alegría, y darle placer a los sentidos”.
Asistentes con frecuencia a eventos nacionales y foráneos, Alemán refirió que llama la atención en el exterior “nuestro concepto, como convivimos con nuestros colegas, en el extranjero los Maestros responden a marcas, nosotros estamos por encima de las marcas, estamos en función del ron cubano; nuestra marca es Cuba”.
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