Los fuegos de artificios al finalizar el Día de la Victoria, son parte de la tradición de esta fecha desde el 5 de agosto de 1943, cuando las tropas soviéticas en Moscú honraron con disparos salvas la liberación de las ciudades de Oriol y Bélgorod de las tropas nazis.
En lo adelante, las conquistas del Ejército soviético fueron celebradas de esta manera durante el resto de la Gran Guerra Patria (1941-1945) y cuando la capitulación alemana, el 9 de mayo de 1945, fueron disparadas 30 salvas desde mil cañones.
La jornada de este lunes estuvo marcada por desfiles militares y populares en 28 ciudades del país, entre ellos el desfile en la Plaza Roja de esta capital y las palabras del presidente Vladimir Putin al país.
En su discurso por la celebración histórica, el mandatario aseguró que esta fecha está inscrita para siempre en la historia mundial como un triunfo del pueblo soviético unido.
Asimismo, subrayó que en estos momentos los soldados rusos y las milicias de Donbass defienden por lo que lucharon sus padres, abuelos y bisabuelos.
“Para ellos, el más alto sentido de la vida siempre fue el bienestar y la seguridad de la Patria. Y para nosotros, sus herederos, la devoción a la Patria es el valor principal, un apoyo confiable para la independencia de Rusia”, subrayó.
Apuntó que la nación euroasiática se siente orgullosa de ser heredera de una valiente generación de vencedores, por lo que constituye un deber guardar la memoria de quienes aplastaron al nazismo.
Puntualizó que uno de sus legados es la necesidad de estar atentos y hacer todo lo posible para que el horror de una guerra global no vuelva a suceder.
Según Putin, Estados Unidos, especialmente después del colapso de la Unión Soviética, comenzó a hablar de su exclusividad, humillando así no solo al mundo entero, sino también a sus aliados que, en su opinión, fingen no notar nada y tragan todo de manera dócil.
“Tal degradación moral se convirtió en la base de falsificaciones cínicas de la historia de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), incitando a la rusofobia, elogiando a los traidores, burlándose de la memoria de sus víctimas, borrando el coraje de quienes ganaron y sufrieron la victoria”, indicó.
El jefe de Estado advirtió que a los veteranos estadounidenses interesados en asistir al desfile en Moscú se les prohibió hacerlo. No obstante, manifestó que su país se siente orgulloso por sus hazañas y contribución a la victoria común.
“Honramos a todos los soldados de los ejércitos aliados: los estadounidenses, los británicos, los franceses, los participantes de la Resistencia, los valientes soldados y guerrilleros de China, todos los que derrotaron al nazismo y al militarismo”, enfatizó.
Un total de 11 mil soldados, alumnos de escuelas militares y cadetes, 131 unidades de armas modernas y equipos militares, formaron parte de la ceremonia en la Plaza Roja.
Asimismo, más de un millón de personas se unieron al Regimiento Inmortal que volvió a desfilar este lunes en el emblemático sitio de Moscú, luego de dos años de pausa por la Covid-19, mientras una cifra similar marchó en San Petersburgo.
El presidente ruso encabezó la gigantesca marcha en esta capital, convertida en la manera del pueblo ruso de recordar y rendir tributo a sus familiares que lucharon, perdieron sus vidas o sobrevivieron la Segunda Guerra Mundial.
oda/mml