Se suma a la lista de figuras estratégicas dentro del Gobierno de España, comenzando por el propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la titular de Defensa, Margarita Robles. Y aunque muchos políticos exigen que rueden cabezas, sólo Paz Esteban ha caído.
Sánchez anunció este martes la destitución de Esteban, directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), quien será sustituida por Esperanza Casteleiro.
La salida es consecuencia de la confirmación de Esteban días atrás ante la Comisión de Secretos Oficiales en el parlamento, que el CNI tuvo pinchados los teléfonos de 18 independentistas por orden judicial dentro de varias investigaciones, uno de ellos del actual president de la Generalitat, Pere Aragonès.
La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, dijo en rueda de prensa que se trata de un nuevo ataque detectado, después del análisis de todos los celulares de la actual administración realizado por el Centro Criptológico Nacional.
Según la fuente, el espionaje al teléfono de Grande-Marlaska tuvo lugar en el mes de junio de 2021, al igual que el de Robles. No se descubrieron otros rastros de Pegasus en el resto de los integrantes del Consejo de Ministros.
Al conocer la noticia, el vocero de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, instó al Gobierno de Pedro Sánchez a no cerrar en falso la crisis por el espionaje a políticos.
Consideró que más allá de la asunción de responsabilidades, que no cree que se puedan delegar, Echenique considero ideal el momento para profundizar en la regeneración democrática de España.
“No es legítimo investigar y espiar a dirigentes de la oposición; es algo que no cabe en democracia”, opinó días atrás el ministro de Consumo, Alberto Garzón, miembro de Izquierda Unida (IU) y diputado.
mem/ft