Al coro de ¡Justicia, justicia! y con la cara descubierta, las manifestantes expresaron en su descontento con el mandato emitido el fin de semana pasado por el líder supremo de Afganistán y jefe talibán, Hibatullah Akhundzada.
Combatientes talibanes detuvieron la marcha después de una breve procesión, según reportes de prensa.
El decreto ordena también el despido de las empleadas que no cumplan con el nuevo código de vestimenta, así como a sus esposos y padres.
Además, las mujeres deberán quedarse en casa si no tienen un trabajo importante.
En marzo, el gobierno afgano cerró las escuelas para niñas que cursaban los grados desde séptimo a duodécimo, lo cual desató fuertes condenas nacionales e internacionales.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) señaló que esa decisión era contraria al compromiso asumido por los talibanes con la comunidad internacional. Asimismo, recientemente, empresarias demandaron mejores oportunidades para administrar sus negocios y pidieron al gobierno talibán que permita trabajar a las mujeres.
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