El fin del mundo ya está aquí, sólo que está distribuido de forma desigual. La imagen del apocalipsis –bombas y ataques, derrames de petróleo e incendios forestales, enfermedades y contagios– ya es una realidad para los pueblos de todo el planeta, asegura la convocatoria al evento.
Según la Internacional Progresista, en ese contexto marcado por los desastres, los países menos desarrollados están a la vanguardia porque es allí donde las crisis del capital golpean más fuerte, las consecuencias del colapso climático llegan más rápido y el llamado a resistirlas suena más fuerte.
Al intervenir en la apertura del evento virtual, el diputado y exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn explicó que, si antes se pensaba que el cambio climático, la vivienda y las desigualdades sociales debían abordarse por separado, ahora nos hemos dado cuenta, dijo, que es el sistema el que está en crisis.
Como dice el eslogan, ´necesitamos un cambio de sistema, no un cambio climático´, apuntó Corbyn, quien elogió a los organizadores de la cumbre por promover la unidad del movimiento progresista internacional en un mundo en constante transformación.
Desde Bolivia, el canciller Rogelio Maya también exhortó a los participantes en el evento de dos días a cambiar la manera de ver el mundo y conocer dónde radica el poder.
Estamos en el centro del universo, porque somos los que hemos luchado por defender la vida, por alimentarla y por verla crecer con dignidad, sentenció Maya.
La doctora Aleida Guevara, hija del comandante argentino-cubano Ernesto Che Guevara, también intervino para narrar sus experiencias como integrante de las brigadas médicas enviadas por Cuba a diferentes países.
De acuerdo con Guevara, esa labor altruista y solidaria en Nicaragua, Angola y otras naciones le permitió aprender que es necesario que exista amor, respeto y comprensión entre los seres humanos para construir un mundo mejor, más justo y solidario.
En la Cumbre del Fin del Mundo también tienen previsto participar mediante videoconferencia el presidente de Argentina, Alberto Fernández, el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa, entre otros miembros del movimiento progresista de unos 50 países.
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