Un análisis de la consultora McKinsey & Company señaló que para corregirlo, el país «necesitaría duplicar con creces el número de nuevos graduados que entran y permanecen en la plantilla de enfermería anualmente durante los próximos tres años».
Antes de la pandemia de la Covid-19, el índice de licencias de enfermería crecía en torno al cuatro por ciento anual, señaló la pesquisa.
Pero ahora, el 29 por ciento del personal sanitario que participó en el sondeo afirmó como probable «que dejaran su función actual de atención directa al paciente».
A lo largo de la pandemia, las enfermeras estuvieron en primera línea, ya que sintieron la carga del virus, soportaron largas horas de trabajo y sufrieron los mayores riesgos de exposición.
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