Pareciera una broma del filme animado de Netflix de 2021, pero en realidad no es más que la reflexión sobre cómo “estar conectados” se ha vuelto un vicio pandémico al punto de abandonar la propia existencia en la Tierra para tratar de no dejar de hacerlo en el espacio virtual.
La rueda cambió el mundo, la revolución industrial también, pero el Internet… el Internet ha sido, sin dudas el Big Bang de casi todo el último medio siglo. Incluso, tiene un Día Mundial, que se celebra precisamente un día como hoy desde 2005.
Aunque la fecha se conmemoró inicialmente el 25 de octubre de ese año, la Cumbre de la Sociedad de la Información celebrada en Túnez en noviembre de 2005, decidió proponer a la Organización de las Naciones Unidas la designación del 17 de mayo como el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, trasladando el de Internet también a esa jornada.
Pero volviendo a la influencia de Internet en nuestras vidas, quién no se levanta y antes de asearse, toma su celular, revisa las noticias, las redes sociales, todo lo que alcanza a ver que aconteció en las últimas horas, o incluso, se arregla y vuelve a una posición fotográfica en la cama para decir “despertando, feliz mañana”.
Internet no solo cambió la forma en la que una máquina se comunicaba con otra, la humanidad modificó sus modos de interacción gracias a las tres W, los modos en los cuales estudia, trabaja, se desplaza, compra, escucha música, ve películas, crea recetas, lee, elige pareja, viaja, consulta a su médico y con la llegada del Metaverso, hasta se podrá estar en dos lugares a la vez.
Cambiamos la comunicación presencial por una más indirecta, gracias a la creación de redes sociales como: Facebook, Twitter, LinkedIn, Whatsapp; entre otros. Miles son las aplicaciones móviles para distintas necesidades, y hablando de celulares. ¿Cuánto se han revolucionado también con Internet?
Ni 2G ni LTE, (Long Term Evolution; evolución a largo plazo), ya la competencia es por la 5G y hasta la sexta. Más allá de la mejora de la velocidad, la 5G desata un ecosistema masivo de IoT (Internet de las cosas) donde las redes pueden satisfacer las necesidades de comunicación de miles de millones de dispositivos conectados, con las compensaciones correctas entre velocidad, latencia y costo.
Y la 6G, cuya comercialización se espera para 2030 y que los primeros casos de uso reales en esta red podrían llegar entre 2026 y 2028, ha puesto a competir a medio mundo desarrollado por su conquista. Una de las cosas que pretende lograr el 6G es una velocidad hasta diez veces superior al 5G, con picos de mil gigabytes por segundo.
Con Internet también se crearon nuevas formas de expresión como los muy famosos y adorados memes, stickers o nuevos términos relacionados a esta era de la revolución digital.
Solo en español y aceptados por la Real Academia Española (RAE) se encuentran algunos como tuitear y tuit, chatear, emoticonos y hackers (los conocidos “piratas informáticos”). La lista puede ser enorme, pero dejamos algunos otros vocablos hijos de Internet: talkear, que se usa para la acción de “espiar” las redes sociales de otra persona.
Clicar o cliquear, trolear, meme, bloggear o bloggero, community manager, copy y copywriting, feisbuquear, instagrameable, influencer, guatsapear y selfie, además de postear, que hace referencia a mandar, publicar o enviar información.
La pandemia de Covid-19 aceleró muchos de los usos que ya venía dándosele a la red de redes y las compras online aumentaron significativamente.
Según el estudio ‘El comprador influyente’, realizado por The Economist, solo hasta 2021 la adquisición de productos básicos (comida a domicilio, alimentación, productos de limpieza e higiene personal) por esa vía se incrementó en un 15 por ciento con la pandemia.
El informe concluye que, aunque en menor medida, esos nuevos hábitos se quedarán y Las compras online aumentan un 15% con la pandemia y los canales de venta ‘online’ constituye la gran oportunidad para las marcas.
La indagación señaló que las empresas deberán identificar opciones para ampliar su cuota de mercado digital y reformular sus estrategias de negocio con vistas a la recuperación post pandemia.
Fue la Covid-19 lo que impulsó, como nunca antes, la educación virtual. El confinamiento y los elevados índices de contagios en niños durante la segunda y tercera ola del SARS-CoV-2; modificaron y ampliaron los límites para la enseñanza; aunque aún marcada por desigualdades infinitas.
De acuerdo con un informe de Naciones Unidad en 2020, los cierres de los espacios educativos y de aprendizaje afectó al 94 por ciento de la población estudiantil mundial.
El documento indica que, en tiempos de confinamiento, en los países desarrollados la educación a distancia digital cubría entre el 80 y el 85 por ciento de los estudiantes, mientras que, en naciones de ingresos bajos, la cobertura de sistemas de educación virtual no llegaría al 50.
Hablar de la influencia de Internet en nuestras vidas sería tan amplio como el propio mundo digital.
Lo positivo o negativo de navegar conStantemente en el mar de la llamada “era de la información, tecnologías, hasta post verdad o desinformación se manifiesta a diario en miles de ejemploS. Por el momento, lo mejor sería “andar con cautela y cuidado en el océano de la web y evitar iceberg que hundan el universo real confundiéndolo con el virtual.
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*La autora es periodista de la redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina
