«El resultado de la guerra de sanciones lanzada contra Rusia es que la situación socioeconómica en todo el mundo se desestabilizó drásticamente y muchos países están al borde de la inanición», manifestó el dirigente en una reunión gubernamental.
En ese sentido, agregó Pátrushev que la inestabilidad continúa creciendo en el mundo y está causada por la falta de voluntad de algunos países de perder su dominio geopolítico, reseñó la agencia de noticias Sputnik.
«Los países que realmente se esfuerzan por garantizar la estabilidad en interés de todo el planeta, incluida Rusia, proponen desarrollar una agenda unificadora pacífica, segura, abierta, basada en la cooperación, dirigida en última instancia al desarrollo socioeconómico de los Estados», agregó el secretario.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
Por primera vez, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT y la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central, así como el embargo sobre la importación de petróleo ruso por algunos países.
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es ahora el país más castigado por las medidas económicas, por delante de Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela. Desde mediados de febrero pasado se activaron más de siete mil 700 nuevas sanciones restrictivas en su contra, en adición a las dos mil 754 que ya estaban en vigor.
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