Informes preliminares indican que las detonaciones se produjeron mediante la modalidad de coches bomba, ubicados en puntos distintos del centro de la urbe, uno de estos frente a un centro educativo, en medio del toque de queda dispuesto desde las 23:00 hasta las 05:00 (hora local), sin víctimas.
Las detonaciones de los vehículos ocurrieron con ayuda de cilindros de gas y explosivos, lo que provocó mucho ruido y alarmó a la población, que también dio cuenta, mediante vídeos, de un tiroteo.
El comandante de la subzona policial de Esmeraldas, Javier Buitrón, estimó que los hechos son alertas o mensaje de la delincuencia, mientras se refuerza la lucha contra la inseguridad y anunció el inicio de las investigaciones correspondientes.
Al respecto, la Policía Nacional afirmó: «ante los hechos suscitados en Esmeraldas, unidades especializadas y tácticas se encuentran ejecutando operativos de control y búsqueda con el fin de ubicar a los responsables y resguardar la seguridad de los habitantes».
Mientras, el ministro de Interior, Patricio Carrillo, señaló en Twitter: «La violencia es un fenómeno social incomprensivo, lo padecemos en el país. Es natural sentir impotencia y desesperanza. Desde el Gobierno Nacional junto a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, lo afrontamos con firmeza y determinación. No vamos a renunciar al derecho de vivir en paz».
El titular agregó que la víspera efectivos allanaron domicilios, decomisaron armas, municiones y explosivos, detuvieron a cinco personas y hoy se realiza el arresto de otros seis ciudadanos, presuntamente relacionados con trata de personas con fines de formación paramilitar.
Desde el pasado 30 de abril entró en vigencia el Estado de Excepción por 60 días, decretado por el presidente, Guillermo Lasso, en las provincias de Esmeraldas, Guayas y Manabí, ante el auge de la violencia y la delincuencia.
La medida incluyó el despliegue de nueve mil uniformados a la zona, cuatro mil agentes del orden y cinco mil militares.
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