El intensivista perteneciente al GACH, Arturo Briva criticó los anuncios del presidente de la nación Luis Lacalle Pou por alejadas de la situación de la medicina ‘más crítica de la historia’ en el país y que ese precio lo pagarán los equipos de salud y los uruguayos como pacientes.
Abundó en una alta ocupación de camas, un tipo de paciente diferente que exige más trabajo, está más tiempo en cuidados intensivos, por lo que la estrategia del gobierno de sumar capacidades no es la adecuada.
‘La velocidad de contagio y la aparición de pacientes graves es mucho más rápido que la capacidad de incorporar camas’, aseguró el experto.
Para el especialista, el verdadero problema es la diseminación comunitaria del virus SARS CoV-2 lo que supone un desafío para la medicina durante el mes de abril y mayo, pues ‘en ese camino van a morir muchos uruguayos’, lamentó.
Por su parte, el director del Institut Pasteur de Montevideo, Carlos Batthyány, deploró el hecho de que por primera vez el 50 por ciento de los fallecimientos en Uruguay son por Covid-19 y con las limitadas medidas propugnadas por el mandatario, sostuvo, ‘no volveremos a tener control de la pandemia’.
Expresó su intranquilidad por la elevada ocupación de los CTI, la muerte promedio de 90 personas por día y aunque reconoció la importancia del proceso de vacunación inmunizadora, alertó contra un exceso de confianza que disminuya las medidas preventivas sociales.
Discrepó del pronóstico del gobernante de que para mayo se comenzará a ver un descenso en la reducción de casos, y le pareció más cercano septiembre y octubre.
Uruguay ingresó en la lista de los 10 países del mundo con la cantidad más elevada de nuevos decesos por Covid-19 cada millón de habitantes, en este caso 10,57, y el segundo peor indicador en América, detrás de Brasil.
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