Según el reporte del portavoz del ente castrense, Ígor Konashénkov, en ese período la defensa aérea derribó 11 drones enemigos en el sureste del país y en la región de Járkov, donde también fueron interceptados dos proyectiles de sistemas de lanzacohetes múltiples.
Indicó además que la aviación rusa eliminó tres puestos de mando y un depósito de municiones durante la noche, 26 zonas de concentración de efectivos y equipamiento militar, así como un almacén de municiones.
En total, las fuerzas de misiles y la artillería rusos atacaron 583 áreas de concentración de tropas, 41 puntos de mando, 76 baterías de artillería y morteros, tres baterías de sistemas de lanzacohetes múltiples Grad y una estación de guerra electrónica de Ucrania.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso enfatizó que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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