Diputados del grupo opositor Libertades y Territorios, encabezados por Olivier Falorni, introdujeron en la Asamblea Nacional el texto ‘Un final de vida libre y elegido’, pero su única oportunidad de hacerlo avanzar falló ayer al no llegar al voto en el hemiciclo, ante las más de tres mil enmiendas que dilataron el debate hasta agotar la jornada dedicada al mismo.
Falorni denunció una conducta obstruccionista de sus colegas, en una postura liderada por cinco legisladores del partido Los Republicanos (derecha tradicional), quienes presentaron entre ellos más de dos mil rectificaciones al proyecto, que por la cantidad de enmiendas estaba clara su condena al fracaso.
En ese sentido los defensores de la propuesta instaron este viernes a la mayoría oficialista de la República en Marcha y al gobierno a asumirla.
Si ninguna fuerza política o el ejecutivo retoma la polémica iniciativa, pudiera salir de la agenda de la Asamblea.
El ministro de Salud Olivier Véran consideró ayer que el tema de la eutanasia debe discutirse, pero en otro momento, teniendo en cuenta la prioridad actual de frenar la propagación de la Covid-19.
En el debate del hemiciclo, el cual se extendió hasta después de la medianoche, solo fue aprobada la enmienda del diputado Guillaume Chiche al artículo 1, dedicado a la ‘asistencia médica activa para la muerte’, por 240 votos contra 48.
Según la propuesta, toda persona con capacidad legal y mayoría de edad puede decidir poner fin a su vida, en caso de existencia de una enfermedad grave e incurable, que se considere insoportable y sin opción real de atenuarla.
Para Falorni, la iniciativa representa un alto grado individual de libertad para los franceses, criterio con muchos detractores en la Asamblea Nacional, con argumentos que van desde lo filosófico hasta lo ético y lo humano.
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