“El tema del rublo fuerte figura constantemente en las reuniones dedicadas a los temas económicos, de hecho, el presidente Putin las celebra prácticamente cada semana”, declaró a los periodistas el alto funcionario.
Señaló que el asunto constituye una prioridad para el Ejecutivo de la nación euroasiática que trabaja para garantizar la estabilidad macroeconómica del país.
Tras el inicio de la sesión de este miércoles en la Bolsa de Moscú, a las 10:00, hora local, el dólar cayó por debajo de los 56 rublos por primera vez desde febrero de 2018 y el euro se depreció por debajo de los 58 rublos, cifra record desde junio de 2015.
Como parte de las medidas para enfrentar las sanciones extranjeras, este martes el mandatario ruso firmó un decreto que rebaja del 80 al 50 por ciento la obligación de los exportadores rusos de vender sus ingresos en moneda extranjera.
A finales de febrero, la orden presidencial estableció que los residentes en el país, participantes de la actividad económica en el extranjero, deben vender el 80 por ciento de las divisas transferidas a sus cuentas en los bancos autorizados.
La decisión dispuso que la venta se realizará sobre la base de los contratos de comercio exterior celebrados con no residentes y el suministro de bienes, servicios a los no residentes, la realización de obras para los no residentes, la transferencia de la propiedad intelectual, incluidos los derechos exclusivos sobre ellos, a los no residentes.
El documento modificado implica la reducción de la venta obligatoria de los ingresos en divisas al 50 por ciento, medida que responde a la estabilización del tipo de cambio del rublo y a la acumulación de un nivel suficiente de liquidez en moneda extranjera en el mercado de divisas interno, explicó el Banco Central de Rusia.
Según medios especializados, el fortalecimiento del rublo está relacionado al impacto de las medidas aplicadas por Moscú para defender la moneda frente a las sanciones.
Además del control sobre capitales, las autoridadess obligaron a los exportadores a vender el 80 por ciento de sus ganancias de moneda extranjera y estableció el pago de las compras de gas en rublos a los importadores de países hostiles, requerimiento que a la larga aceptaron decenas de empresas europeas.
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