De acuerdo con un boletín informativo de la Unfpa, una de las principales acciones desarrolladas fue la reorganización en todos los niveles, y en el primario incluyó a los consultorios médicos, policlínicas y a la red de hogares maternos.
“La actividad desarrollada permitió pesquisar, evaluar y derivar a las pacientes infectadas de manera oportuna para evitar la evolución a estados graves y críticos de la enfermedad”, subraya el texto.
En el caso del nivel de atención secundaria, se intercambió sobre la actualización e implementación de los protocolos de actuación, los cuales fueron adaptándose en correspondencia a la situación epidemiológica de cada momento.
El texto refiere que fueron capacitados todos los profesionales de la salud que iban a enfrentar la pandemia, provocada por el virus SARS-CoV-2.
A partir de la circulación de la variante Delta, varios hospitales que no atendían embarazadas comenzaron a hacerlo y se introdujo la vigilancia intensiva obstétrica para evitar que las pacientes llegaran a un cuadro clínico que requiriera su ingreso en una unidad de terapia intensiva.
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