La declaración conjunta, que se centró en temas medulares de seguridad regional, subrayó la necesidad de formar un gobierno inclusivo que represente a todos los sectores de la sociedad y se discutió la cooperación internacional para brindar ayuda humanitaria al pueblo afgano.
Afganistán no debería convertirse en un refugio seguro para los terroristas, agrega el texto oficial emitido en la reunión de Dusambé.
Reitera asimismo los principios de no injerencia en los asuntos internos de la nación centroasiática y sugiere el desarrollo de mecanismos propios para una paz duradera.
Sin embargo, Kabul no acepta las preocupaciones de seguridad expuestas por los Estados de la región y una vez más prometió que el suelo afgano no se usará contra ninguna otra nación.
No queremos que nuestro país sea un escenario de competencia entre naciones, y no permitimos que ningún movimiento en Afganistán represente una amenaza para otros pueblos desde nuestro suelo, expresó el portavoz adjunto del gobierno del Talibán, Bilal Karimi.
A la reunión de dos días asistieron asesores o secretarios de seguridad nacional de al menos ocho países de la región, incluidos Rusia, India, Irán, China, Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán.
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