A juicio de la ministra del ramo, Maruja Gorday, los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 y otras evaluaciones regionales recientes apuntaron a la necesidad de consolidar el proceso de aprendizaje luego de dos años de restricciones por la Covid-119.
Gorday explicó al diario La Estrella de Panamá que para mejorar esas competencias, los programas se centran sobre todo en alumnos de la enseñanza primaria y básica general.
También admitió que es clave que los estudiantes de zonas urbanas, rurales y de las comunidades indígenas reciban el mismo contenido y material docente.
Un avance en este sentido, dijo, es la educación intercultural bilingüe, sobre todo en la comarca Guna Yala y crear en medio de la pandemia la plataforma llamada Esther, un recurso de apoyo valioso para generar un aprendizaje de forma más interactiva.
Gorday indicó que un país que no tenga a la educación como norte pone en riesgo su desarrollo y señaló que aún quedan problemas por resolver como el acceso al agua potable en algunos centros del país.
Además está pendiente concluir obras de infraestructura de cara al inicio del próximo año lectivo.
Dejar instalada una Política Pública de Desarrollo de Material Educativo y llevar la conectividad a poco más del 70 por ciento de los planteles siguen siendo otro de los propósitos de la actual administración, aseveró.
Sobre el tema, en abril último el oficial del Fondo de las Naciones Unidas (Unicef), Francisco Trejos, opinó que en el istmo se tienen todas las condiciones para impulsar una política de Estado y prevenir flagelos como el abandono escolar y la exclusión.
De acuerdo con el funcionario, 129 mil niños y adolescentes de entre cuatro y 20 años están fuera del sistema, y para ellos, se debe de pensar en alternativas distintas.
Como otros desafíos a superar, destacó la falta de oferta educativa, aumentar la inversión, además de proporcionar más docentes.
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