La operación la llevó a cabo la Unidad Nacional de Investigación y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en el CAI Virgilio Guerrero, ubicado en el norte de Quito.
Sin ofrecer muchos detalles del incidente, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad confirmó el hecho y precisó que realizó una revisión preventiva de la instalación, tras recibir una alerta.
Asimismo, afirmó en la red social Twitter: «Se mantiene el control del Centro y las acciones correspondientes ante estos hechos».
El altercado en el centro de menores ocurre en medio de las medidas aplicadas a nivel nacional para hacer frente a una crisis en el sistema penitenciario, derivada en varias masacres, las dos más recientes este año, con un saldo de más de 60 reclusos fallecidos en enfrentamientos violentos.
La creación de una comisión de pacificación de las cárceles, traslados de reos y requisas en busca de artículos prohibidos en esos recintos como armas blancas y de fuego, así como de drogas son algunos de los mecanismos implementados para devolver la tranquilidad a las prisiones.
De acuerdo con las autoridades, el reforzamiento en el combate al narcotráfico es uno de los elementos que ha desatado la violencia en los penales.
Sin embargo, analistas coinciden en que el hacinamiento, las malas condiciones de la infraestructura y problemas en los servicios, así como la falta de personal suficiente y de programas de rehabilitación social, son los detonantes del auge en la inseguridad en esas instituciones.
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