La destitución de la directiva fue evaluada por el pleno del legislativo y aprobada por una mayoría de 81 de sus 137 miembros y un voto en blanco.
El análisis ocurrió en ausencia de Llori, tras una moción presentada por Jorge Abedrabbo, asambleísta del Partido Social Cristiano, quien pidió revisar el informe de una comisión ad hoc que recomendó la separación de la presidenta de su cargo.
La solicitud incluyó pasar por alto una medida cautelar a favor de la parlamentaria, denunciada por Esteban Torres.
Una vez aprobada la petición de cambio del orden del día, quedó definido para liderar la sesión el primer vicepresidente de la instancia Virgilio Saquicela, quien dio paso al resto del proceso y concedió una hora a la funcionaria para acudir al pleno y presentar su defensa, lo cual no ocurrió.
El encuentro incluyó la lectura del informe del equipo multipartidista y la ponencia del asambleísta denunciante, quien rechazó lo que tildó como intromisión de la justicia en el poder Legislativo, al conceder las acciones de protección solicitadas por Llori para evitar la evaluación del pedido en su contra.
Durante el debate, desde la bancada de Unión por la Esperanza (UNES), Marcela Holguín también se pronunció a favor de la destitución de la presidenta, a quien consideró como representante del ejecutivo.
En representación de Pachakutik, partido de Llori, Salvador Quishpe advirtió que su correligionaria no ha cometido actos de corrupción.
Sin embargo, la votación no acompañó a la legisladora, quien concluyó al frente de la directiva, pero retendrá su curul como asambleísta.
Por su parte, Saquicela fue investido por Darwin Pereira, miembro del Consejo de Administración Legislativa, como nuevo presidente del máximo organismo encargado de revisar y proponer leyes a favor de la ciudadanía.
Acerca de Llori, Pabel Muñoz, de UNES, afirmó: «no solo destrozó a la Asamblea Nacional. Destrozó también la posibilidad de que Pachakutik conduzca una agenda legislativa a favor de las demandas ciudadanas. Quienes votaron por ese partido fueron traicionados de manera imperdonable. Se vendieron al gobierno».
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