Según el portavoz de ese ente castrense, también interceptaron dos misiles Smerch enemigos y siete drones en territorios de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Járkov y Jersón.
La aviación de Moscú, por su parte, atacó 61 áreas de concentración de tropas y equipo militar, eliminó a más de 140 combatientes, una batería de lanzamisiles Grad, así como seis piezas de artillería y morteros, 13 vehículos militares y un sistema de misiles antiaéreos OSA-AKM.
Según el alto oficial ruso, las Fuerzas Aeroespaciales de su país destruyeron cinco puestos de mando y 29 puntos de agrupamiento de efectivos y equipamiento bélico.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso enfatizó que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
mem/mml