El pasado 31 de mayo Turquía y la UE celebraron una nueva ronda del diálogo político en Ankara después de tres años.
Durante el encuentro se constató que Europa mantenía negociaciones para aumentar los suministros de gas de Azerbaiyán y Turkmenistán para cubrir su demanda de energía.
La delegación turca subrayó que ese gas debe pasar por el Corredor de Gas del Sur, afirmó el diario.
El Corredor de Gas del Sur es un sistema de ductos de unos tres mil 500 kilómetros de extensión que llevan el gas desde los yacimientos azerbaiyanos en el mar Caspio a Europa a través del territorio turco. La UE importa el 90 por ciento del gas que consume, siendo la compañía rusa Gazprom su mayor proveedor con una cuota de 40 por ciento.
Azerbaiyán suministra gas a Europa desde diciembre de 2020 a través del gasoducto Trans Adriático, que forma parte del Corredor de Gas del Sur, sistema de oleoductos que corre desde Bakú hasta Italia, pasando por Georgia, Turquía, Grecia y Albania.
El contrato por 25 años establece que Bakú entregará más de 10 mil millones de metros cúbicos de gas al mercado europeo, de ellos ocho mil millones a Italia y mil millones a Grecia y Bulgaria.
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