Fuentes castrenses comunicaron a la radioemisora que en medio de esas operaciones las tropas gubernamentales capturaron a un comandante del ente radical y decomisaron un abundante parque de armas, incluidos fusiles Ak-47.
Tanto en Kismayo como en la región de Bajo Juba en los últimos días la formación islamista desató fuertes ataques contra objetivos castrenses y civiles, los cuales fueron repelidos por el Ejército.
Los más recientes incidentes ocurren también luego de que el pasado miércoles, el Ejército detuvo en el oeste de la propia Kismayo a Mohamed Abdi Mukhtar, cabecilla de una célula del grupo considerado terrorista.
Tras arremetidas violentas de Al-Shabab, la víspera el presidente de este país, Hassan Sheikh Mohamed, anunció que su gobierno ordenará una nueva gran ofensiva contra ese ente con el fin de cumplir con una de sus prioridades de gobierno: hacer a Somalia un Estado seguro.
Con respaldo de las fuerzas de paz de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia, las huestes gubernamentales combaten a la milicia radical, la cual desde 2009 ataca objetivos militares y civiles en este territorio de África oriental.
El ente extremista, otrora expulsado de Mogadiscio, la capital de este país, controla amplias demarcaciones del centro y sur somalí.
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