Ni la pre-repesca, ni la repesca se jugarán en ninguno de los tres países, sino, insólitamente, en Doha, en Qatar, país sede de la Copa del Mundo, donde ya se encuentra el técnico de la selección rojiblanca, Ricardo Gareca, para ver el juego entre australianos y emiratíes.
Gareca viajó a Doha desde Barcelona, donde sus 28 jugadores seleccionados se preparan para el lance en un centro de alto rendimiento y donde ayer ganaron en un tope de fogueo 1-0 a Nueva Zelanda, un duro rival al que superó trabajosamente.
Los seguidores del combinado inca verán por televisión el juego entre los oceánicos y los árabes y existe entre ellos consenso de que el equipo con más posibilidades de ser rival de Perú es Australia, al que los incas derrotaron 2-0 en la primera fase del mundial de Rusia de 2018. Ese parece ser el criterio de Gareca, pues escogió como rival del amistoso de preparación a los neozelandeses, de juego similar, veloz y fuerte.
Entretanto, desde Barcelona los despachos de la prensa dan cuenta de un clima de optimismo por el hecho de que en el tope ante los neozelandeses confirmaron estar en muy buen nivel los suplentes Aldo Corzo, lateral, y Pedro Aquino (mediocampista).
Otro factor que alienta a los optimistas es que ningún jugador está lesionado, pese al juego de constante contacto y pierna fuerte de los neozelandeses, y se recuperan rápidamente titulares como Luis Advíncula, lateral derecho, y Renato Tapia, mediocampista, que llegaron con lesiones a Barcelona.
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