Según el portavoz del ente castrense, mayor general Ígor Konashénkov, las armas de la aviación de Moscú impactaron contra dos puestos de mando, un sistema de misiles antiaéreos Osa-AKM, un depósito de municiones y 23 áreas de concentración de tropas y equipos militares ucranianos.
Por su parte, la defensa antiaérea derribó un avión Su-25 en territorio de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), interceptó un misil Tochka-U enemigo en la región de Jersón y dos cohetes lanzados desde sistemas Smerch, también en esa zona.
La artillería rusa puso fuera de servicio dos lanzacohetes múltiples Grad y un depósito de combustible para equipos bélicos de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Nikoláyev.
También atacó 56 puestos de mando, 127 posiciones de tiro de las unidades de artillería de las fuerzas contrarias, además de 273 zonas de concentración de efectivos y equipos de combate.
Konashénkov señaló que la artillería rusa eliminó a más de 300 combatientes ucranianos, siete vehículos blindados, 12 cañones y morteros y 24 vehículos especiales.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
El 21 de febrero Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
Desde el inicio de los enfrentamientos, el Ministerio de Defensa ruso advirtió que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra la infraestructura militar del país.
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