La movilización, que se sumó a una ola de protestas desde el 5 de marzo contra el gobierno, solicitó la aprobación de una ley de emergencia educativa y anunció otras medidas de fuerza esta semana en demanda de esos objetivos.
Representantes de la Organización de Trabajadores de la Educación-Sindicato Nacional (OTEP-SN) propusieron cesar esas clases ‘mientras dure la actual situación crítica’ del sistema sanitario, junto a la del gobierno, acusado de corrupción.
Grupos concentrados frente al Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) denunciaron el colapso de las entidades hospitalarias y llamaron ‘a la voluntad política del Estado para invertir más en salud’.
Los docentes de la OTEP-SN exigieron también un pronunciamiento del MEC sobre un proyecto de ley de emergencia educativa defendido por el gremio.
‘Más que nunca necesitamos recursos para la educación. No hay más plata en las gobernaciones; entonces, necesitamos una legislación con las finanzas correspondientes para dar salida’, declaró al diario ABC uno de los docentes.
Los trabajadores del sector educacional movilizados demandaron la provisión de materiales educativos ‘para una verdadera educación a distancia’ y criticaron la falta de acceso a la tecnología para mejorar la modalidad virtual.
Las protestas recordaron a los 103 docentes fallecidos hasta ahora por el virus SARS-CoV-2, muchos de ellos jóvenes maestros contagiados durante las clases presenciales, junto a otros de diferentes edades ‘que dejaron niños huérfanos’.
Paraguay fue uno de los primeros países en cerrar las escuelas de todas sus enseñanzas tras el inicio en 2020 de la pandemia de Covid-19, pero luego dispuso las clases presenciales en muchas de esas instalaciones.
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