El portavoz de ese ente castrense, mayor general Ígor Konashénkov, indicó que la aviación de Moscú eliminó dos sistemas lanzamisiles Grad, atacó 46 áreas de concentración de tropas y equipamiento militar, lo que provocó la muerte de más de 150 efectivos ucranianos, además de la aniquilación de seis tanques, cuatro cañones y dos emplazamientos de lanzamiento de cohetes múltiples.
Advirtió que también en las últimas 24 horas las fuerzas de misiles y artillería aniquilaron a más de 350 combatientes ucranianos, 11 depósitos de armas, municiones y combustible y dos sistemas de lanzacohetes múltiple Grad.
Atacaron además 62 puestos de mando, 138 posiciones de tiro de artillería, así como 303 zonas de concentración de fuerzas y equipos militares enemigos, acciones en las que perdieron la vida más de 350 efectivos ucranianos, señaló el alto oficial ruso.
La defensa antiaérea de Rusia derribó también un avión militar Su-25 y un caza Mig-29 ucranianos e interceptó cuatro misiles Tochka-U en territorios de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) y de la región de Járkov.
Según Konashénkov, fueron impactados además tres proyectiles de lanzacohetes múltiple Uragan en la región de Járkov y en la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), así como cinco drones.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
El 21 de febrero, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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