“El Consejo Federal decidió acoger las nuevas sanciones de la UE contra Rusia y Belarús. Las normativas entrarán en vigor a partir de esta jornada”, afirma el texto.
En particular, las medidas incluyen el embargo sobre la importación de petróleo y productos derivados provenientes Rusia.
Sobre esta medida, el Consejo Federal instruyó al Departamento Federal de Economía, Formación e Investigación suizo (DEFI) para estudiar las consecuencias de la decisión.
Además, el DEFI impuso restricciones financieras y de viaje a otras casi 100 personas de Rusia y Belarus, en correspondencia con la “lista negra” de la UE, que incluye militares, actores políticos, empresarios y sus familias.
De igual forma, Suiza aprobó la desconexión de otros cuatro bancos rusos, incluido el Sberbank, del sistema Swift y amplió la lista de bienes prohibidos para la exportación a Rusia y la importación de este país. El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que las sanciones conducirán al incremento de la inflación, y la crisis económica en la región, afectaciones que sufrirían millones de europeos.
Además, el Kremlin advirtió que afectarán todo el mercado energético global y aseguró que Rusia se esfuerza para minimizar las consecuencias negativas.
Suiza se caracteriza por una política exterior neutral, que le proporciona a la nación “seguridad” y una función “diplomática”.
Sin embargo, en los últimos meses decidió adoptar las sanciones de la UE contra Rusia, dejando en tela de juicio su histórica neutralidad.
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