En conferencia de prensa después de las conversaciones oficiales con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, el canciller ruso aseguró que Moscú no aprovechará el desminado de los puertos ucranianos con fines militares.
Garantizamos que si Ucrania llega a desminar y permite la salida de barcos de sus puertos, no nos aprovecharemos de esta situación en interés de la operación militar rusa, apuntó.
Subrayó que tales garantías provienen del presidente ruso, Vladimir Putin y que Moscú está dispuesto a formalizarlas de una u otra manera.
Cavusoglu, por su parte, consideró realista la idea de crear un mecanismo seguro para las exportaciones de granos desde puertos ucranianos con la participación de Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU.
En tal sentido, Lavrov ratificó que su país está listo, en coordinación con Ankara, para crear condiciones de seguridad que permitan la salida de los barcos de los puertos ucranianos, pero aclaró que Kiev manifestó su rechazo a desminar sus aguas territoriales.
Comentó que si la parte ucraniana está lista para garantizar el tránsito, su país espera que el problema se resuelva.
En su opinión, la mediación de la ONU solo aportaría algún simbolismo, porque para resolver el problema sería suficiente que los ucranianos dejen salir los barcos de sus puertos.
El jefe de la diplomacia rusa aprovechó para aclarar que la situación con el grano ucraniano, que Occidente y Kiev tratan de convertir en “catástrofe global”, no es culpable de la crisis alimentaria mundial.
Significó que la proporción del grano ucraniano es inferior al uno por ciento de la producción mundial de trigo y otros cereales.
Preguntado por la posibilidad de una reunión entre los presidentes de Rusia y Ucrania, el canciller ruso reiteró que dicho encuentro solo sucederá después de que se reanude el proceso de negociación entre Moscú y Kiev, el cual se mantiene estancado.
El titular ruso calificó de frívolo el enfoque del mandatario sobre las negociaciones. “Zelensky quiere una reunión por el simple hecho de reunirse, cambia de opinión como de camisa”, opinó.
Al respecto, enfatizó que la reanudación de las negociaciones entre ambas partes depende de Kiev que, según refirió, aún no respondió a la versión de acuerdo presentada por Moscú a mediados de abril. “La pelota estuvo en el lado de los ucranianos durante casi dos meses”, expresó.
Entretanto, el jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, informó la víspera que el país pierde de 100 a 200 militares por día, mientras su ministro de Defensa, Alexei Réznikov, publicó el jueves en Facebook que las cifras son de hasta 100 combatientes muertos y 500 heridos a diario.
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