El paro, que concentra desde hace siete días a casi ocho mil transportistas de carga, provocó en varios consorcios industriales de Surcorea la interrupción de operaciones por retraso en las salidas de los productos terminados, principalmente.
Posco, la principal siderúrgica, detuvo este lunes las operaciones en algunas de sus plantas de alambrón y acero laminado por falta de espacio para almacenar y advirtió que otras producciones se encuentran en riesgo de parar si no se soluciona el conflicto.
Hyundai Motor Co., el mayor fabricante de automóviles del país, confirmó las afectaciones en cinco de sus centros ubicados en Ulsan.
La Asociación de la Industria Petroquímica de Corea dijo que algunas empresas ya sufren también las consecuencias por la sobreacumulación de sus existencias.
De igual modo, la mayoría de las cementeras redujeron la operación de sus fábricas por similar problema.
El domingo, la cantidad de contenedores de envío que entraron y salieron del Puerto de Busan, el más grande de Surcorea, se redujo drásticamente según comparaciones con cifras del mes anterior.
De acuerdo con medios de prensa, los camioneros se mantienen en huelga en demanda de la extensión de un sistema de tarifas de fletes que garantice sus salarios básicos en medio de la inflación galopante que sufre la nación asiática.
Los manifestantes denunciaron que los altos precios del combustible los están llevando al borde de la supervivencia.
No obstante, el presidente Yoon Suk-yeol dijo el viernes que la situación debe ser resuelta entre los trabajadores y la gerencia, por lo que descartó la intervención del gobierno en el conflicto.
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